Estrenamos un nuevo año y con él un montón de buenos deseos y felicitaciones, que seguramente pronto olvidaremos...Hoy celebramos a la Madre de Dios, la Madre de la Misericordia encarnada. Jesús -"Dios salva"-, pone en nuestras manos su testamento, sellado con su propia sangre: hogar y libertad para todos; ternura a manos llenas; no más indiferencia ni complicidad, ni silencio; la dignidad de muchos hijos e hijas de Dios está en juego; "nos examinarán de amor" ¿Seguieremos mirando para otro lado?
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