Por hacernos gran Merced, el Divino se humanó, dándonos a conocer el Misterio de su Amor.
Gran Merced la de María que en pobreza lo parió y es "causa de nuestra alegría"
la Madre del Redentor.
Merced seremos nosotros si acogemos de verdad al Niño, con el que nace
una Nueva Humanidad.
Amén
(Imágenes de nuestra iglesia conventual para el Tiempo de Navidad)