Esta tarde, en la misa de ocho y media tubo lugar la cita con un rito que se viene desarrollando en nuestro pueblo desde hace siglos. De nuevo, los ojos de la Virgen de las Mercedes, como no puede ni debe ser de otra manera, fueron testigos de la fe con que su pueblo acude a sus plantas buscando el agua de la vida, el agua que calme la sed del dolor y el agua que alive con esperanza la gestación de las mujeres que serán madres durante este año. Me refiero, por supuesto, al acto de la bendición del agua de San Ramón Nonato, mártir mercedario cuya devoción en la Iglesia Universal es más que notable.
Os dejamos un video del momento de la celebración
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