Se abren las puertas del Real Convento de la Merced un nuevo Septiembre, y la Reina y Señora de Herencia resplandece descendida por la corte angelical de los Cielos, para así acercarse hasta sus queridos hijos predilectos.
Sus hijos, ahora más cerca de ella, podrán contemplar su maternal semblante, poniendo bajo sus plantas de una forma más cercana y terrenal las dificultades y promesas diarias.
¡Viva nuestra Madre y Señora!
0 Dejaron su opinión:
Publicar un comentario
Tienes la palabra
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.