Descendida por la corte angelical de los Cielos, Nuestra Amantísima MADRE ha bajado hasta sus hijos predilectos. Sus hijos, más cerca de ella podrán contemplar su maternal semblante, poniendo bajo sus plantas de una forma más cercana y terrenal las dificultades y promesas diarias. ¡Viva nuestra Madre y Señora! Deshojando los días para vivir un nuevo 24 de Septiembre…