Yo nací como se nace aquí, queriendo a mi Patrona casi antes de conocerla. Desde entonces, mi pensamiento siempre ha estado junto a Ella.
Cuando aún solo era una niña mis padres me llevaron a verla. La ví tan bella, la ví tan radiante, reinando en el Cielo muy cerca de Dios.
Pensé un día subir a besarte, me envolviste de tal manera que desde entonces de tu lado jamás yo podré alejarme.
Con cuánta ilusión y alegría tu bendito Escapulario me impuse, ¡qué emblema sagrado tan grande!
¡ Qué honor pertenecer a tu Orden!
Y qué alegría tan inmensa cuando aquel 5 de mayo de 1985, de organista a tu Convento me fui....
¡Qué regalo más hermoso poder tocar y cantar para Ti!
Mi garganta se rompe llenando de piropos a tu imagen bonita, mi cuerpo se estremece al ver tu rostro y tu sonrisa y porque sé que eres Tú la Madre mía.
Cuando un día te miré a la cara me di cuenta de que me querías hablar, me dijiste que "qué quería por ir todos los días a tocar"¡Con qué asombro me dejaste... eso no te lo puedo ni debo cobrar!
Pero Tú sabías mis deseos... En tu convento mi boda quería celebrar, pero allí por entonces, no dejaban a nadie de casar. Y a pesar de ello, Tú sin decir nada me quisiste pagar......
Fue la primera boda que a tus pies se fue a celebrar.
A lo largo de este tiempo el rumbo de mi vida ha dado muchos giros pero en mi barca siempre había un gran Timonel, que no permitía que fuera nunca a la deriva, ni del viento a la merced.
Que importaban noches en vela, galernas o tempestad Tú, Mercedes, eres quien lleva siempre mi carta de navegar, y el timón, y la sonrisa, el consuelo, el perdón... Tú la cruz dulcificas porque Eres trasunto de Dios.
Ya han pasado 25 años desde que me puse al servicio de tu Merced, y parece que fue ayer cuando aquel día, con el antiguo armonio comencé.
Qué tiempos tan inolvidables, con recuerdos de personas que ya se marcharon porque querían estar más cerca en el cielo junto a tus pies.
Desde entonces ha habido muchos cambios por el Convento de la Merced, pero de una manera u otra, yo sigo allí siempre fiel y así este año, mis Bodas de Plata celebraré.
Yo quisiera agradecer a todos los Padres Mercedarios que han ido pasando por mi vida, el haberme permitido estar de Organista de la Merced, pues ha sido y es un privilegio estar y tocar allí a Tus pies.
Pero en especial Gracias a Ti Madre, por seguir siendo mi Timonel.
Sólo deseo que de una manera u otra pueda seguir más años al servicio de la Merced y que por muchos giros que dé mi vida... Nunca pierda el Rumbo de tu Timonel.
Cuando aún solo era una niña mis padres me llevaron a verla. La ví tan bella, la ví tan radiante, reinando en el Cielo muy cerca de Dios.
Pensé un día subir a besarte, me envolviste de tal manera que desde entonces de tu lado jamás yo podré alejarme.
Con cuánta ilusión y alegría tu bendito Escapulario me impuse, ¡qué emblema sagrado tan grande!
¡ Qué honor pertenecer a tu Orden!
Y qué alegría tan inmensa cuando aquel 5 de mayo de 1985, de organista a tu Convento me fui....
¡Qué regalo más hermoso poder tocar y cantar para Ti!
Mi garganta se rompe llenando de piropos a tu imagen bonita, mi cuerpo se estremece al ver tu rostro y tu sonrisa y porque sé que eres Tú la Madre mía.
Cuando un día te miré a la cara me di cuenta de que me querías hablar, me dijiste que "qué quería por ir todos los días a tocar"¡Con qué asombro me dejaste... eso no te lo puedo ni debo cobrar!
Pero Tú sabías mis deseos... En tu convento mi boda quería celebrar, pero allí por entonces, no dejaban a nadie de casar. Y a pesar de ello, Tú sin decir nada me quisiste pagar......
Fue la primera boda que a tus pies se fue a celebrar.
A lo largo de este tiempo el rumbo de mi vida ha dado muchos giros pero en mi barca siempre había un gran Timonel, que no permitía que fuera nunca a la deriva, ni del viento a la merced.
Que importaban noches en vela, galernas o tempestad Tú, Mercedes, eres quien lleva siempre mi carta de navegar, y el timón, y la sonrisa, el consuelo, el perdón... Tú la cruz dulcificas porque Eres trasunto de Dios.
Ya han pasado 25 años desde que me puse al servicio de tu Merced, y parece que fue ayer cuando aquel día, con el antiguo armonio comencé.
Qué tiempos tan inolvidables, con recuerdos de personas que ya se marcharon porque querían estar más cerca en el cielo junto a tus pies.
Desde entonces ha habido muchos cambios por el Convento de la Merced, pero de una manera u otra, yo sigo allí siempre fiel y así este año, mis Bodas de Plata celebraré.
Yo quisiera agradecer a todos los Padres Mercedarios que han ido pasando por mi vida, el haberme permitido estar de Organista de la Merced, pues ha sido y es un privilegio estar y tocar allí a Tus pies.
Pero en especial Gracias a Ti Madre, por seguir siendo mi Timonel.
Sólo deseo que de una manera u otra pueda seguir más años al servicio de la Merced y que por muchos giros que dé mi vida... Nunca pierda el Rumbo de tu Timonel.
Mª Mercedes Corrales Gª-Navas
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Enhorabuena, Merce, por esos 25 años de servicio. Que la Hermosona te de salud y voluntad suficiente para pasar esa cifra muchas veces a su lado.
ResponderEliminarMuchas gracias Sergio.
ResponderEliminarPara mi es una fecha muy especial pues me trae muchos recuerdos a los pies de mi Patrona.
Felicidades Mercedillas, que la Hermosona te protega siempre y que nosotros podamos escucharte por muchos años más.
ResponderEliminarEres una magnífica organista, pero como persona eres impresionante.
ResponderEliminarQue la santísima Madre de las Mercedes esté en cada momento de tu vida como hasta ahora.
No cambies nunca.
ENHORABUENA ¡TE LO MERECES!